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Estos son tiempos interesantes para la ciberseguridad, ya que las tecnologías avanzadas continúan dando forma a la industria. Las oportunidades en las herramientas habilitadas para inteligencia artificial son infinitas con más predicciones para el futuro.

El mayor entusiasmo por el impacto de las máquinas en la ciberseguridad crea la falsa impresión de que los humanos no tienen un papel importante que desempeñar. Pero resulta que las personas siguen siendo una parte importante del proceso.

El auge de las máquinas

La ciberseguridad y la tecnología van de la mano. Es posible que la persona promedio no conozca los detalles de cómo funcionan los ciberataques, pero sabe que implica el uso de tecnología para invadir sistemas.

A medida que más personas adquieren conocimientos y habilidades sobre ciberseguridad para proteger sus activos digitales, los atacantes mejoran su juego con herramientas avanzadas. Algunas de las tareas que ejecutan se basan en la automatización, por lo que no requieren que gestionen cada detalle de principio a fin.

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Con el aprendizaje automático avanzado, las herramientas de automatización están ganando más precisión con los patrones de comportamiento. No obstante, las máquinas son objetos inanimados. No se crean a sí mismos ni tienen mente propia. Estos dispositivos son programados por personas para lograr los resultados deseados.

El diferentes tipos de hackers pueden poseer habilidades técnicas expertas, pero son humanos, no robots. Cada ciberataque tiene un toque humano. Si debe prevenir o combatir los ataques de manera efectiva, debe tomar medidas inspiradas en humanos.

¿Qué aportan los humanos a la ciberseguridad?

La dinámica de poder entre los ciberdelincuentes y los profesionales de la ciberseguridad se reduce a las habilidades. Aplicar esas habilidades requiere esfuerzo humano. Ha habido especulaciones de que las máquinas reemplazarán a los humanos en los trabajos tecnológicos. Pero hasta ahora, eso no ha sucedido.

Aquí hay algunos roles que los humanos juegan en la ciberseguridad que nos hacen indispensables.

1. Intuición para tomar acciones inspiradas

Las herramientas de ciberseguridad automatizadas funcionan según un programa. Si bien el aprendizaje automático permite que las herramientas reconozcan varios patrones de comportamiento a partir del entrenamiento, los comportamientos de amenazas son ilimitados. Cuando surgen situaciones desconocidas, los dispositivos no pueden resolverlas porque carecen del entrenamiento para hacerlo.

Los humanos, por otro lado, pueden detectar cuando algo está mal y tomar acciones motivadas para resolver amenazas y ataques cibernéticos.

El tiempo es esencial para contener un ataque. No tiene el lujo del tiempo para programar herramientas cibernéticas para resolver amenazas desconocidas emergentes. Pero un defensor cibernético puede tomar acciones inspiradas y espontáneas para salvar el día.

2. Pensamiento crítico para resolver amenazas complejas

Los atacantes despliegan ciberamenazas complejas para eludir las medidas de seguridad sobre el terreno. Estas amenazas tienen múltiples capas que dan una impresión equivocada y engañan a los sistemas de defensa. El cifrado en tiempo de ejecución, los empaquetadores y los descargadores son algunas de las herramientas que un atacante puede usar para confundir a los censores de inteligencia artificial (IA).

El pensamiento crítico es uno de los habilidades que se necesitan para trabajar en ciberseguridad. Los profesionales pueden ver las amenazas complejas como un buen desafío. Desmantelan los vectores de ataque y analizan cada detalle para descubrir amenazas complejas.

Para resolver amenazas complejas, debe rastrearlas hasta sus fuentes y examinar sus orígenes. Los sensores de IA no pueden procesar ataques anteriores de los que no tienen información. Los humanos pueden evaluar un ataque a fondo y rastrear su origen cuando surge la necesidad de ofrecer soluciones duraderas.

3. Contextualización para diferenciar ataques

Los atacantes penetran en algunas redes a pesar de los sistemas de seguridad que instalan los propietarios. Y eso es porque algunos sistemas de ciberseguridad son genéricos. Solo pueden gestionar amenazas y ataques a nivel general sin abordar las condiciones únicas del host.

La ciberseguridad es más efectiva cuando opera en un contexto. Se necesita la participación humana para contextualizar adecuadamente un entorno digital. Un ciberdefensor puede diferenciar vectores de ataque similares y desarrollar las estrategias más adecuadas para cada situación para lograr los máximos resultados.

4. Flexibilidad para gestionar las necesidades de seguridad emergentes

Un plan bien pensado puede volverse ineficaz debido a cambios emergentes. Incluso los ejércitos más fuertes cambian sus técnicas si encuentran condiciones desfavorables en el campo de batalla.

Dado que las herramientas de ciberseguridad están programadas para funcionar de ciertas maneras, son rígidas y carecen de la flexibilidad para adaptarse rápidamente a los patrones de ataque cambiantes.

La ciberseguridad no está grabada en piedra con los humanos. Si tienen las habilidades necesarias, pueden adaptarse a diferentes situaciones. No es solo una cuestión de efectividad sino de eficiencia. Hacen el trabajo de la mejor manera posible.

5. Experiencia para implementar las últimas actualizaciones

Los sistemas más avanzados operan en base a sus configuraciones humanas. Los parámetros de las configuraciones no son definitivos ni absolutos; pueden cambiar con el tiempo. Si hay una alteración en las configuraciones, los sistemas comienzan a funcionar mal, lo que lleva a diagnósticos y acciones imprecisas.

Se necesita esfuerzo humano y experiencia para garantizar que las configuraciones de las herramientas cibernéticas estén siempre intactas. Los desarrolladores deben actualizar las herramientas periódicamente para que no se vuelvan obsoletas. También se necesita esfuerzo humano para identificar que una aplicación necesita una actualización.

6. Habilidades de comunicación para trabajar con otros

La ciberseguridad efectiva es un esfuerzo colectivo. Si bien las máquinas pueden comunicarse entre sí a través de la programación, existe un límite para esa comunicación. Los desarrollos en ciberseguridad son el resultado de la colaboración entre expertos en el campo para realizar innovaciones revolucionarias. Sin su aporte, las herramientas y los sistemas avanzados que tenemos hoy no estarán disponibles.

Del mismo modo, la comunicación activa entre los ciberdefensores puede detener un ataque en seco. Compartir información valiosa de manera oportuna y clara puede evitar lo que habría sido un ciberataque terrible.

Apenas existe un único sistema que satisfaga todas las necesidades de ciberseguridad. Dado que hay varias áreas dentro de una red, debe proporcionar múltiples herramientas para atenderlas. Las máquinas no pueden organizarse por sí mismas. Se necesitan esfuerzos humanos para identificar, crear y ensamblar una estructura de seguridad cibernética efectiva.

La solidez de su ciberseguridad depende de su iniciativa no solo para implementar las herramientas correctas, sino también para asegurarse de usarlas de manera efectiva. Desplegar una gran herramienta en el área equivocada es contraproducente. Debe comprender cómo funcionan los sistemas de ciberseguridad.

8. Capacidad para crear conciencia sobre ciberseguridad

Una gran parte de los ciberataques es el resultado de errores humanos. Lanzamiento de ciberatacantes ataques de ingenieria social como el phishing para atraer a las víctimas desprevenidas a interactuar con su contenido malicioso. Si bien puede instalar herramientas para detectar contenido comprometido, esas herramientas no pueden cultivar automáticamente la conciencia de ciberseguridad en las personas.

Para que alguien cultive una cultura de ciberseguridad sana, necesita una formación adecuada por parte de profesionales. Cuanta más conciencia de ciberseguridad entre las personas, menores serán los ataques de ingeniería social.

Mejora de la ciberseguridad con el toque humano

Proteger los activos digitales de forma manual es casi imposible, pero cuando combina los esfuerzos humanos con sistemas avanzados, obtiene mejores resultados.

Sus esfuerzos de seguridad cibernética tendrán más profundidad, exactitud y precisión cuando asigne tareas que requieren un pensamiento crítico para los humanos al tiempo que permiten la automatización para manejar mecánica y repetitiva tareas.