Las herramientas de IA como ChatGPT son geniales, pero hay varias razones por las que deberías tomar lo que lees con pinzas.

La IA está transformando el mundo tal como lo conocemos, y su impacto se siente en todas las industrias. Sin embargo, no todos estos cambios son necesariamente positivos. Si bien la IA ofrece nuevas y emocionantes oportunidades en muchas áreas, no podemos ignorar el hecho de que carece de una brújula moral inherente o un sistema de verificación de hechos para guiar su toma de decisiones.

Es por eso que siempre debe verificar todo lo que le dicen a medida que el mundo se vuelve más centrado en la IA. Ciertas herramientas de IA pueden manipular la información, malinterpretar el contexto por completo y estar equivocadas al mismo tiempo, razón por la cual confiar ciegamente en la IA es una mala idea.

1. La IA puede estar equivocada con confianza

La gente confía cada vez más en Chatbots de IA para tareas como escribir, programar citas e incluso tomar decisiones importantes. Sin embargo, la conveniencia de estos chatbots a menudo tiene un costo significativo: pueden estar equivocados.

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Para ilustrar esto, le pedimos a ChatGPT que nos hablara sobre el primer libro escrito para aprender Python. Así es como respondió:

¿Captaste el error? Cuando llamamos a ChatGPT por esto, se corrigió rápidamente. Desafortunadamente, aunque reconoció su error, esto muestra cómo la IA a veces puede estar completamente equivocada.

Los chatbots de IA tienen información limitada, pero están programados para responder de cualquier manera. Se basan en sus datos de entrenamiento y también pueden provenir de sus interacciones con el aprendizaje automático. Si una IA se niega a responder, no puede aprender ni corregirse a sí misma. Es por eso que la IA se equivoca con confianza a veces; aprende de sus errores.

Si bien esta es solo la naturaleza de la IA en este momento, puede ver cómo esto puede convertirse en un problema. La mayoría de las personas no verifican sus búsquedas en Google, y lo mismo ocurre con los chatbots como ChatGPT. Esto puede conducir a información errónea, y ya tenemos mucho de eso para todos, lo que nos lleva al segundo punto.

2. Se puede usar fácilmente para manipular información

No es ningún secreto que la IA puede ser poco confiable y propensa a errores, pero uno de sus rasgos más insidiosos es su tendencia a manipular la información. El problema es que la IA carece de una comprensión matizada de su contexto, lo que la lleva a modificar los hechos para adaptarlos a sus propios propósitos.

Esto es precisamente lo que sucedió con Bing Chat de Microsoft. Un usuario en Twitter solicitó los horarios de la nueva película Avatar, pero el chatbot se negó a proporcionar la información, alegando que la película aún no se había estrenado.

Claro, puede descartar esto fácilmente como un error o un error único. Sin embargo, esto no cambia el hecho de que estas herramientas de IA son imperfectas y debemos proceder con cautela.

3. Puede obstaculizar su creatividad

Muchos profesionales, como escritores y diseñadores, ahora usan IA para maximizar la eficiencia. Sin embargo, es importante comprender que la IA debe verse como una herramienta y no como un atajo. Si bien esto último ciertamente suena tentador, puede afectar gravemente su creatividad.

Cuando los chatbots de IA se utilizan como acceso directo, las personas tienden a copiar y pegar contenido en lugar de generar ideas únicas. Este enfoque puede parecer tentador porque ahorra tiempo y esfuerzo, pero no logra involucrar la mente ni promover el pensamiento creativo.

Por ejemplo, los diseñadores pueden use Midjourney AI para crear arte, pero confiar únicamente en la IA puede limitar el alcance de la creatividad. En lugar de explorar nuevas ideas, puede terminar replicando diseños existentes. Si eres escritor, puedes use ChatGPT u otros chatbots de IA para la investigación, pero si lo usa como atajo para generar contenido, sus habilidades de escritura se estancarán.

Usar IA para complementar su investigación es diferente de confiar únicamente en ella para generar ideas.

4. La IA puede ser mal utilizada fácilmente

La IA ha provocado numerosos avances en varios campos. Sin embargo, como con cualquier tecnología, también existe el riesgo de un uso indebido que puede tener consecuencias nefastas.

La capacidad de AI para humillar, acosar, intimidar y silenciar a las personas se ha convertido en una preocupación importante. Ejemplos de mal uso de la IA incluyen la creación de deepfakes y ataques de Denegación de Servicio (DoS), entre otros.

El uso de deepfakes generados por IA para crear fotos explícitas de mujeres desprevenidas es una tendencia inquietante. Los ciberdelincuentes también están utilizando ataques DoS impulsados ​​por IA para evitar que los usuarios legítimos accedan a ciertas redes. Dichos ataques son cada vez más complejos y difíciles de detener, ya que exhiben características similares a las de los humanos.

La disponibilidad de capacidades de IA como bibliotecas de código abierto ha permitido que cualquier persona acceda a tecnologías como imágenes y reconocimiento facial. Esto plantea un riesgo de seguridad cibernética significativo, ya que los grupos terroristas podrían usar estas tecnologías para lanzar ataques terroristas.

5. Comprensión limitada del contexto

Como se mencionó anteriormente, la IA tiene una comprensión muy limitada del contexto, lo que puede ser un desafío importante en la toma de decisiones y la resolución de problemas. Incluso si proporciona a AI información contextual, puede pasar por alto los matices y proporcionar información inexacta o incompleta que puede conducir a conclusiones o decisiones incorrectas.

Esto se debe a que la IA opera con algoritmos preprogramados que se basan en modelos estadísticos y reconocimiento de patrones para analizar y procesar datos.

Por ejemplo, considere un chatbot que está programado para ayudar a los clientes con sus consultas sobre un producto. Si bien el chatbot puede responder preguntas básicas sobre las características y especificaciones del producto, puede se esfuerzan por proporcionar consejos o recomendaciones personalizados basados ​​en las necesidades y preferencias únicas del cliente.

6. No puede reemplazar el juicio humano

Al buscar respuestas a preguntas complejas o tomar decisiones basadas en preferencias subjetivas, depender únicamente de la IA puede ser riesgoso.

Pedir a un sistema de IA que defina el concepto de amistad o que elija entre dos elementos en función de criterios subjetivos puede ser un ejercicio inútil. Esto se debe a que la IA carece de la capacidad de tener en cuenta las emociones humanas, el contexto y los elementos intangibles esenciales para comprender e interpretar dichos conceptos.

Por ejemplo, si le pide a un sistema de IA que elija entre dos libros, puede recomendar el que tiene mayor calificaciones, pero no puede considerar su gusto personal, preferencias de lectura o el propósito para el cual necesita el libro.

Por otro lado, un revisor humano puede brindar una revisión más matizada y personalizada del libro evaluando su valor literario, relevancia para los intereses del lector y otros factores subjetivos que no se pueden medir objetivamente.

Tenga cuidado con la inteligencia artificial

Si bien la IA ha demostrado ser una herramienta increíblemente poderosa en varios campos, es esencial conocer sus limitaciones y posibles sesgos. Confiar ciegamente en la IA puede ser arriesgado y puede tener consecuencias significativas, ya que la tecnología aún está en pañales y está lejos de ser perfecta.

Es crucial recordar que la IA es una herramienta y no un sustituto de la experiencia y el juicio humanos. Por lo tanto, trate de usarlo solo como un complemento de la investigación, pero no confíe únicamente en él para decisiones importantes. Siempre que conozca las deficiencias y use la IA de manera responsable, debe estar en buenas manos.