Los ciberataques escolares se han vuelto cada vez más comunes a medida que el sistema educativo utiliza más tecnología digital. A medida que aumenta la concienciación sobre el delito cibernético, se ha hecho evidente que las vulnerabilidades ponen en peligro tanto a los profesores como a sus alumnos.

Por lo tanto, si los educadores quieren mantenerse seguros, algo debe cambiar. Entonces, ¿qué podemos hacer exactamente al respecto? Averigüémoslo a continuación.

La importancia de la ciberseguridad en la educación

Las amenazas a la ciberseguridad en las instituciones educativas se han disparado desde la aparición de la COVID-19. De acuerdo con la Centro de recursos de seguridad cibernética K-12, 408 eventos de seguridad cibernética divulgados públicamente se dirigieron a escuelas K-12 solo en 2020, un aumento del 18 por ciento con respecto a 2019 y el segundo récord anual consecutivo. Las filtraciones de datos representaron el 36 por ciento de estos incidentes y, aunque la mayoría de estos se dirigieron a estudiantes, muchos también afectaron a los datos de los maestros.

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Los maestros se volvieron más vulnerables a los ciberdelincuentes a medida que usaban más plataformas de aprendizaje en línea en medio de los bloqueos de COVID. Algunos delincuentes tienen malware en libros de texto y documentos en línea que descargan estudiantes y profesores. Otros hackear sesiones de aprendizaje remoto para interrumpir lecciones y compartir contenido inapropiado.

Tiempo ciberdelincuencia ha aumentado la conciencia, la adopción de tecnología de muchos sistemas escolares aún supera sus actualizaciones de seguridad. Ahora que está claro que estas plataformas digitales se convertirán en un elemento permanente, deben volverse más seguras para evitar ataques cibernéticos en las escuelas.

¿Cómo pueden los maestros mantenerse a salvo de los ciberataques?

Las filtraciones de datos contra los docentes pueden tener graves consecuencias. Si bien los maestros pueden deducir algunos gastos relacionados con el COVID a través de la Ley de desgravación fiscal por el COVID, muchos han tenido problemas financieros en medio de la pandemia. Perder dinero a través de identidades robadas o ransomware podría tener un costo significativo.

Afortunadamente, los maestros y los sistemas escolares para los que trabajan pueden adaptarse para minimizar las amenazas a la ciberseguridad en las instituciones educativas.

¿Qué pueden hacer las escuelas para garantizar la seguridad de los docentes?

Uno de los pasos más críticos es aumentar la concienciación sobre el delito cibernético entre el personal. Según lo informado por cable de noticias, más de la mitad de las violaciones de datos en la educación se derivan de acciones internas. Las escuelas deben capacitar a cualquier persona con acceso a los datos del personal sobre las mejores prácticas de ciberseguridad. Estas prácticas incluyen el uso de contraseñas seguras y variadas y saber cómo detectar intentos de phishing.

Los sistemas escolares también deben investigar las herramientas digitales antes de usarlas. Las vulnerabilidades en los proveedores de software de terceros pueden amenazar los datos de los maestros, por lo que las escuelas deben verificar que estas herramientas sean seguras. Eso incluye buscar funciones como el cifrado de extremo a extremo e investigar el historial de violaciones de datos de las empresas.

Finalmente, las escuelas pueden instalar controles de seguridad cibernética más fuertes en los dispositivos del personal. Cada dispositivo en la red de la escuela debe tener un software antimalware actualizado y redes privadas virtuales (VPN). La segmentación de las redes para limitar la forma en que los delincuentes pueden moverse entre dispositivos también ayudará.

¿Qué pueden hacer los maestros para protegerse?

Los profesores también pueden tomar la ciberseguridad en sus propias manos. Algunos de los pasos más importantes se alinean con los que las escuelas deberían requerir, como usar una gestión segura de contraseñas.

los Agencia de Ciberseguridad y Seguridad de la Infraestructura (CISA) ofrece recursos didácticos sobre ciberseguridad que los educadores pueden usar. Estos incluyen planes de lecciones para enseñar a los estudiantes buenos hábitos de seguridad y cursos de desarrollo profesional para mejorar su propia seguridad. Estos recursos didácticos sobre ciberseguridad ayudarán a promover las mejores prácticas y aumentar la concienciación.

Los profesores deben actualizar continuamente su software lo antes posible para protegerlo de vulnerabilidades recién descubiertas. Si su sistema escolar no proporciona ninguno, deben descargar un software de seguridad para cifrar sus datos y bloquear malware. También es fundamental realizar copias de seguridad fuera de línea de los datos confidenciales para minimizar el daño si se produce una infracción.

Ataques cibernéticos escolares exigen atención

Las amenazas a la ciberseguridad en las instituciones educativas pueden ser un terreno nuevo para los docentes, pero están creciendo. Aprender sobre estas amenazas y cómo detenerlas es crucial si los educadores quieren mantenerse seguros en el entorno actual.

Seguir estos pasos ayudará a las escuelas y su personal a proteger a los maestros, quienes a su vez pueden proteger a los estudiantes. A medida que más escuelas adopten estas prácticas, la educación podría convertirse en un objetivo menos vulnerable y, en consecuencia, menos valioso para los delitos cibernéticos.